25 de noviembre de 2008

Una oportunidad para las relaciones humanas



Las noticias no son como las de antes. Ahora son otra cosa. Con el periodismo ciudadano las noticias están al alcance de todos los civiles que movidos por el deseo de comunicar, participan en los medios retratando todo tipo de acontecimientos con las herramientas que les propone la cotidianeidad y por supuesto, la tecnología.
Los ciudadanos ya no se conforman con esperar a que los medios tradicionales (TV, prensa y radio) le cuenten qué pasa; por el contrario prefieren encontrarla y contarla ellos mismos con ayuda de las herramientas digitales.
Esto último ha sido vital en la consolidación de esta forma de periodismo, tanto así que hace más de 10 años, cuando aún se esbozaban las líneas que hoy definen al periodismo ciudadano, el papel de la tecnología se estimaba primordial. Se creía que las posibilidades de la multimedia, la interacción con las páginas y con otros usuarios, efectivamente sucedería, que existiría la necesidad de una narrativa más breve para leer en pantalla y evitar la sobreabundancia digital. Que los consumidores de información reclamarían la existencia de una voz más humana, más confiable, como también demandarían la creación de un hipertexto para navegar por los contenidos y seguir los hilos de la información y la conversación.
Si hay algo que define al periodismo ciudadano es la acción, no sólo el relato de los hechos. La resolución de problemas apoyada en el criterio social, es parte de lo que el periodismo ciudadano se esfuerza en conseguir. Utilizar la información para intervenir y cambiar la vida social, comunitaria y política. Así la dimensión útil de la información se convierte en indispensable para mantener a los ciudadanos interesados en ella.
El periodismo cívico se dirige al público como ciudadanos participantes en los asuntos públicos y busca –entre otras cosas- ayudar a la comunidad política a actuar, mejorar el clima de discusión pública y conseguir que la vida pública se desarrolle mejor.
Alrededor del periodismo ciudadano existe un universo de comunicación interpersonal, las posibilidades brindadas que brinda la red crean con más frecuencia nuevos lazos relacionales. Hoy existe la posibilidad de dirigirse a todo el globo y a la vez entablar conversaciones de persona a persona, y en esa vuelta a la comunicación interpersonal, a la confianza, reside gran parte del poder del periodismo de fuente abierta. La tecnología digital ha permitido romper el patrón de la comunicación de masas, de uno a muchos, y sustituirla por un modelo distribuido en el que muchas personas pueden dirigirse unas a otras estableciendo un diálogo enriquecedor, donde se van juntando piezas para componer un mensaje complejo. Encontrar y reconocer la voz humana para sustituir la autoridad por la confianza entre personas que informan y opinan con transparencia, hoy es casi un deber. Por otra parte la interactividad se convierte en un elemento esencial de la información. El mensaje informativo no está acabado hasta tener la respuesta del público, que ayuda a mejorar las noticias y a modelar el criterio periodístico. Los informadores ya no pueden ser sordos a las voces del público, porque a través de Internet y de las comunidades virtuales se juegan su prestigio y su capacidad de influir y mantener su voz en las conversaciones informativas.

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